Blefaroplastía Inferior

Blefaroplastía Inferior

Según pasan los años, se relajan los tejidos que sostienen el contenido graso que circunda al globo ocular dentro de la órbita ósea y la piel inevitablemente se estira.

Esto se manifiesta como las conocidas “bolsas” en la cara inferior del ojo y como una caída del párpado inferior. Dan un aspecto cansado y triste a la mirada. Quienes ven al paciente le dicen que tiene los ojos hinchados y “cara de trasnoche”.

En el mercado se promueven múltiples y caras cremas reafirmantes de párpados: lamentablemente no tienen un impacto significativo en mejorar esta condición. ¡No vale la pena!

En la cirugía de párpados inferiores o blefaroplastía inferior, se hace una incisión bajo las pestañas (ellas la cubren) para resecar el exceso de piel y tensar el músculo del párpado que se ha estirado.

Cuando solo es necesario resecar las bolsas, se realiza una blefaroplastia transconjuntival, es decir, la cirugía de párpados se realiza por dentro del párpado y sin cicatrices externas.

Hay que distinguir las bolsas de las ojeras. Estas últimas son un cambio de coloración de tono morado en la cara interna del párpado.

La piel al ser tan delgada en esta ubicación transparenta el color del músculo subyacente. Lamentablemente, no tienen corrección quirúrgica.

En el postoperatorio de la cirugía de párpados inferiores, prácticamente no hay dolor, pero si es frecuente la sensación de ojo seco o arenilla (xeroftalmia), acompañada de lagrimeo (epifora) por obstrucción del conducto lagrimal. Responde bien a la lubricación con lágrimas artificiales.

Después de la cirugía de párpados pueden producir molestias con la luz (fotofobia), visión doble (diplopía) o borrosa. Habitualmente duran desde un par de días a algunas semanas y se deben al edema.

También existe la cirugía de párpados superiores.