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    Lipoescultura abdominal masculina

    Lipoescultura abdominal masculina

    La lipodistrofia es el acumulo localizado de grasa en el abdomen, por una predisposición genética. Que una lipoescultura abdominal podría corregir.

    En el caso de los hombres, hay que distinguir dos tipos de grasa:

    1. Grasa visceral

    Se encuentra dentro del abdomen -entre los órganos internos-, cumple una función metabólica y se asocia a la resistencia a la insulina y desarrollo de diabetes. Corresponde a la denominada “ponchera”.

    No es susceptible de ser retirada mediante liposucción, más bien disminuye al bajar de peso con dieta o cirugía bariátrica.

    2. Grasa subcutánea

    Esta grasa corresponde realmente al “rollito” que uno puede pellizcar entre los dedos, se encuentra bajo la piel, pero sobre la pared muscular. Su impacto metabólico es menor y puede ser liposuccionada.

    Como cirujano plástico certificado es común ver hombres que -pese a haber bajado de peso con dieta y ejercicio físico regular-, no logran eliminar esos molestos “rollitos”.

    La forma más efectiva de removerlos es a través de lipoaspiración o liposucción.

    Al comienzo, se infiltra una solución vasoconstrictora en los tejidos, lo que disminuye el sangrado en la operación. Mediante incisiones de pocos milímetros, y usando un sistema de cánulas conectadas a un motor de aspiración, se extraen mecánicamente las células adiposas.

    A diferencia con la liposucción en mujeres. Los objetivos de la cirugía son:

    1. Adelgazar el grosor de la grasa subcutánea
    2. Redefinir el contorno abdominal.
    3. Marcar la proyección de los músculos rectos abdominales: permite “dibujar las calugas”.

    Esta última es lo que se conoce como liposucción HD en la cual se esculpen las calugas en el abdomen.

    Si bien es una operación muy en boga actualmente, existen ciertos requisitos para conseguir un resultado estéticamente aceptable:

    • tener un IMC normal-bajo (19-23)
    • no tener hernias
    • hacer deporte -especialmente gimnasio- varias veces a la semana
    • tener bien tonificada la musculatura
    • tener una buena calidad de piel
    • ser capaz de mantener el peso a lo largo del tiempo.

    De no cumplirse estos requisitos, el resultado es feo y poco natural: calugones de grasa. Además, esta es una cirugía más cara que una liposucción tradicional ya que es bastante más demorosa. Utiliza dispositivos como el VASER (ultrasonido para licuar la grasa) y tiene más riesgo de complicaciones.

    En la misma cirugía de lipoescultura abdominal masculina ,se puede hacer liposucción de la grasa de la región pectoral que ocurre en casos de pseudo-ginecomastia.

    No es posible remover absolutamente toda la grasa de un cierto lugar, ya que ésta cumple tanto funciones mecánicas como metabólicas y al intentarlo se pierden glóbulos rojos que pueden llevar a anemia. Asimismo la grasa es el soporte de la piel y si se eliminara toda la grasa, la piel quedaría suelta.

    No existen otras técnicas menos invasivas que puedan competir en efectividad con la lipoaspiración o lipoescultura en conseguir resultados satisfactorios.

    La liposucción no borra las estrías ni la celulitis. Si su piel tiene estas características o está suelta y colgando, su cirujano plástico acreditado le propondrá una cirugía para resecarla.

    El paciente ideal es aquel que tiene un peso normal o sobrepeso leve, sin variaciones frecuentes de peso. También que se haya esforzado anteriormente en bajar de peso con dieta y ejercicio regular, y que haya tonificado los músculos del abdomen.

    Hay que tener muy claro que la liposucción no es una cirugía diseñada para bajar de peso y no está indicada en obesos, ya que el riesgo de la operación se incrementa.

    La duración de la cirugía y el tiempo de hospitalización dependerán de la cantidad de grasa a aspirar, habitualmente es una noche. La recuperación habitualmente dura entre 7 y 10 días.

    Al principio la hinchazón tras la operación oculta los resultados.

    En el postoperatorio se usa una faja compresiva tipo body y una kinesióloga  realiza las sesiones de drenaje linfático a partir de la primera semana postoperatoria.

    A medida que cede el edema postoperatorio comienzan a notarse los cambios y el resultado final puede verse a los 2 o 3 meses.

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